El relato de este mes, para Adictos a la Escritura. Confieso que lo he hecho apenas y en un ratito, porque mañana, no podré hacerlo u.u... en fin ¡Espero que les guste! *-* Y muchas gracias por darme unos minutos de su tiempo y leerlo. Besos.
Las
letras del amor
Por:
PukitChan
Sentado
bajo la sombra de un árbol de aquel parque, con un libro entre sus piernas,
nadie parecía prestarle real atención al atractivo joven de ojos claros que sonreía
mientras las hojas se deslizaban por las yemas de sus dedos, aquellas mismas
hojas que, con el pasar de los milenios, se habían vuelto amarillentas de
tantas veces ser hojeadas, corregidas, manchadas y recomenzadas. Esta vez, la
sonrisa se extendió tanto que inevitablemente aquellos dientes blancos fueron
mostrados, con una leve insinuación de ironía.
Elevó
la mano izquierda donde tenía una pluma de alguna especie de animal, pero que
en la punta afilada de la misma, una gota de líquido negro esperaba ser
colocada en esas hojas para ser absorbida por el papel antiguo.
“…Amelia bajó la
mirada, avergonzada” ―Escribió
el joven, con una caligrafía levemente inclinada y perfecta. ― “…no podía creer que Andrés le hiciera esto,
no en el día de los enamorados, donde se supone que todo debía ser romántico.”
En
cuanto el punto final de esa línea fue colocado, el hombre alzó la vista,
mirando a la pareja que se hallaba
frente a él. Ella, con los brazos cruzados, miraba al suelo intentando ocultar inútilmente
su mirada llorosa. Él sólo miraba a los lados, buscando algún punto específico
en el cuál centrar sus ojos para evitar mirar el rostro destrozado de la mujer.
Debajo
del árbol, sin mirar su libro y a sus letras, sino a la pareja, el hombre
continúo escribiendo:
“―Pienso que es mejor dejarlo hasta aquí…
mejor este día decir adiós, que fingir una felicidad que ya no hay.
―Eres un egoísta… ―dijo
Amelia, sin animarse a observar a Andrés. No al menos con las lágrimas cayendo
de sus ojos a sus mejillas―. Nunca me preguntaste qué era lo que pensaba de
esto.”
Los
labios de la pareja que estaba delante de él, se movieron al ritmo que él
escribía sus diálogos. Las letras se formaban y ellos hablan.
…Cupido
era quien estaba escribiendo esta historia.
―¡Amelia!
―gritó Andrés, mientras la mujer comenzaba a alejarse de él, pero pese a esto,
él decidió no seguirla y detenerla: después de todo, ésta era su decisión, el
terminar todo, el renunciar a aquello que juntos habían formado a lo largo de
dos años.
Pero
ella tampoco respondió. Era el final y estaba dispuesta a aceptarlo.
“Amelia secó sus lágrimas. Era una mujer
inteligente y sabia cuándo debía llorar. Éste no era el momento, pero quizás,
cuando llegué a casa, podía recostarse cómodamente entre las sábanas de su cama
y ahí desahogarse, en su absoluta privacidad. Sabía que llorar era bueno de la
misma manera en la que sabía que otras personas le dirían que no valía la pena.
Pero eso era lo de menos, Amelia sabía que tarde o temprano, su corazón sanaría.”
Andrés,
de pie y sin saber qué hacer o que rumbo tomar, miró con mayor atención el
parque, notado al hombre que se ponía de pie y que al mismo tiempo, cerraba un
libro. Este hombre también lo miró, sonriéndole de una forma casi paternal.
Andrés agitó la cabeza, saludándolo de esta manera para luego retomar su
camino, quizás a casa, quizás a un bar, quizás moriría la siguiente cuadra…
―Porque
no son una, sino millones de posibilidades… ―musitó el que en estos tiempos
llamaban Cupido. También observó a su alrededor y la manera en la que lo
retrataban…. Repartiendo amor con pañales. Suspiró y miró su apariencia hermosa
y juvenil que desde tiempos inmemorables lo había acompañado.
Siguió
caminando, observando atentamente las parejas que, obsequiándose objetos,
besando apasionadamente a mitad de una avenida, o tomados de la mano compartiendo
el mismo helado, parecían celebrar un día diferente.
―En
realidad, no es necesario un día… ―meditó en voz alta para sí mismo―. Ustedes
son quienes lo han establecido así.
Al
salir del parque, encontrándose por una transitada calle, encontró finalmente
lo que había estado buscando. Un muchacho estaba a mitad del camino, tocando
una hermosa pieza en violín. Su estuche estaba abierto, aceptando las
donaciones que le iban dejando ese día. Sonriente, Cupido se acercó al chico,
observando y escuchando tocar el magnifico instrumento. Luego de ello, bajó su
mano para depositar unas monedas, sonriéndole al violinista.
―Feliz
día del Amor… ―musitó Cupido antes de irse. El hombre sólo agradeció, sonriendo
sin saber cuántos caminos había abierto sólo porque esa tarde, estando aburrido
en su departamento y sin nada que hacer, decidió salir a tocar al parque para
cuando menos, alegrar el día a alguien más.
“Una posibilidad entre
un millón…”
Como
una vieja costumbre, Cupido abrió el libro, afinando la pluma para volver a
escribir el final de una historia y el inicio de una nueva.
“Amelia conoció a Esteban un catorce de
Febrero, cuando él tocaba el violín en una revoltosa calle. Él quedó fascinado
con ella, cuando la vio entre la multitud. Ella le sonrió tímidamente… Ellos
tuvieron su milagro del día amor…”
Ay, ay!! PukitCham, me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarHas hecho que me emocione con él.
Muchas felicidades.
Besos.
Al fin y al cabo, cuando un escritor concibe una historia de amor en su relato somos como Cupido, haciendo y deshaciendo a placer. Me ha gustado muchísimo tu relato. Y sobre todo el final, con el violinista.
ResponderEliminar¡Un beso!
¡Qué interesante Cupido!! Me ha gustado, y es parte de lo que nosotros mismos hacemos.... Creamos historias con palabras...Somos el Cupido de nuestros propios relatos.
ResponderEliminarMe recordo bastante la serie anime Death Note, con el aliciente de que Cupido podría competir con nosotros en los bets seller de cualquier país XD Interesante relato. Abrazos
ResponderEliminarWow, muchisimas gracias por compartir tu relato como me ha encantado, me fascina tu idea de un cupido escritor, es de hecho muy romantico y hermoso, felicidades, espero leer mas creaciones tuyas :)
ResponderEliminarMaravilloso Cupido!!
ResponderEliminarLas historias nacen y mueren de su pluma!!
"Una posibilidad entre un millón..."
Un placer leerte!!
besos!!
O_O Cupido escritor ¡me encanta!
ResponderEliminarPues,sí, PukitCham, realmente nuestro cupido debería ser un escritor, ya que quienes lo alentamos somos nosotros, los escritores.
ResponderEliminarMe pongo a pensar en Pablo Neruda, en Jaime Sabines, Mario Benedetti, Gioconda Belli y miles de poetas más, que han convocado el amor, a través de sus poemas, sin contar con las inacabables historias amorosas que llenan la literatura.
Tienes toda la razón, cupido es todo un escritor.
Felicidades: Doña Ku
¡Dios! Me has hecho llorar, no puede ser. Con cada palabra que leía he sentido un golpe en el corazón no sé si por sentirme totalmente identificada con ella o por el final tan inesperado y precioso que has escrito. El desamor duele, pero también puede servir para encontrar otro mucho mejor del que perdiste y poder crecer como persona.
ResponderEliminar¡Un besito!
CORAZONES VOLADORESSSSS!!!!!!! WAAA!!!! Me encantaron Puki jajaja
ResponderEliminarMe pareció un relato terriblemente original, fatalmente original, pues un Cupido capaz de mover destinos con solo una pluma y una hoja es algo por lo cual nosotras luchamos todos los días, cómo quisiéramos que los libros tuvieran poder, pero la magia yo considero que está siempre en ellos, son los que nos dan el poder de soñar y de aprender. Me encantó tu cupido, qué más puedo decir si me he quedado corta hasta de líneas. Puki, has aprendido mucho y lo demuestras cada vez que leo algo de ti.
Un besito grande para ti y cuidate mucho, yo nunca me olvido de mis amiguis.
Saludos~
Me gusta la historia y el giro que le has dado al final. El recurso del libro con el que Cupido da forma al amor y el desamor es muy bueno. Felicidades y gracias por compartir.
ResponderEliminarComo en Death note, solo que él escribe una historia de amor.. :) Me encanta!! estaré pendiente de cualquier chico que escriba con una pluma Jajaja
ResponderEliminarBesos :)
Muy bueno, felicidades, me gustó esa versión del cupido, como el de un escritor, te quedó genial.
ResponderEliminarMe encantó !
ResponderEliminarBesito
Es super interesante el giro que le has dado al mito, Cupido escribe las historias de amor. Me ha gustado mucho. Un beso!!
ResponderEliminar¡Que genial! Ese cupido es el más especial que he visto, y vaya que sus deciciones desconciertan pero siempre tienen razon de ser ;) ¡saludos!
ResponderEliminarHa estado fabuloso!! me encanto tu forma de tabjar de cup ;)
ResponderEliminarBesos!
Muy bonito y la verdad que seria perfecto que el amor estuviese en manos de escritores seria mas perfecto jajaja
ResponderEliminarun saludo espero que sigamos leyéndonos