Quinta Reseña: El Zorro.

¡Buenas noches! ¿Cómo han estado todos por aquí? Confieso que yo he estado ausente del mundo del blog, no por falta de tiempo o de ganas, sino porque llega unos días en los que necesitamos descansar de algo. ¿Les pasa a ustedes? A mi suele pasarme. Necesito alejarme de las cosas unos días para regresar con el mismo amor y entusiasmo… Lo sé, es raro.

¡Pero bueno! Recuperemos el ritmo de apoco. Esperemos que Junio sea un mes más movido que el anterior en el que apenas publiqué escasamente tres entradas. Es un poco tarde para comenzar junio, pero más vale tarde que nunca.

En esta ocasión presentaré la reseña de un libro de aventuras y sonrisas: El Zorro.

>>Ficha Técnica<<

Titulo: El Zorro. Comienza la leyenda.

Autor: Isabel Allende.

No. de pág.: 382.

ISBN:968-5958-14-9

Editorial: Plaza Janés.

>>Sinopsis<<

«Ésta es la historia de Diego de la Vega y de cómo se convirtió en el legendario Zorro. Por fin puedo revelar su identidad, que por tantos años mantuvimos en secreto…»

California, año 1790: empieza una aventura en una época fascinante y turbulenta, con personajes entrañables y de espíritu indómito, y un hombre de corazón romántico y sangre liviana. Llegó la hora de desenmascarar al Zorro.

Isabel Allende rescata la figura del héroe y, con ironía y humanidad, le da vida más allá de la leyenda.

>>Mi opinión<<

El entrañable Zorro. La verdad es que es un héroe, o quizás antihéroe bastante conocido, si al menos habrán visto las películas de éste. Particularmente, de Isabel Allende tengo un dulce y amargo recuerdo por su libro: “Paula.” Quizás por eso me interesé en saber cómo tomaría al Zorro para hacerlo suyo.

Abarcando la historia desde mucho antes que naciera, me gusta la forma en la que abarca ciertamente la infancia de Diego de la Vega. El ritmo de lectura y las apariciones de esos ratos de humor hacen de éste un libro entretenido. Sin duda y cómo es de esperarse, de aventura, una con la que creció Diego y que sin duda llenó gran parte de su infancia, llenándola.

Algo que me encantó realmente es que no dejará atrás los sucesos de su infancia como algo que sólo se cuenta pero no tiene repercusión en el futuro: aquí sucede justo lo contrario, ya que cada pequeño suceso, aun si es una soberana tontería o algo fundamental, está presente y dejando su sutil influencia de una u otra forma.

Esto lo digo también por la forma en la que Diego crea su propio personaje, cómo cada detalle de su vida, le va a dando una nueva virtud y apariencia al zorro, lección aprendida o no, es un elemento que se puede tomar y eso se va viendo en el crecimiento de Diego no sólo desde niño hasta nombre, sino como el zorro va mejorando su propia conciencia.

Debo decir que yo soy fiel seguidora de los personajes secundarios en cualquier obra, ya que considero que sin estos el protagonista no podría ser un verdadero protagonista. Algunos me enamoran, otros no. En el caso del Zorro, me enamoré de Bernardo, mejor amigo, “hermano de leche” de Diego.

Sencillamente porque me encanta la complejidad de este personaje. Su fuerza, su manera de actuar y también, la forma en la que su vida cambia radicalmente, llevando a su persona a una nueva etapa donde sin duda se desarrolla más. El que tome decisiones, el que sea tan decidido y al mismo tiempo, sea tan fiel, han convertido de éste en uno de mis personajes secundarios favoritos. Sin duda, el complemento faltante de Diego, su hermano del alma bien descrito. Por cierto, amo las escenas y los relatos que los conciernen a ellos dos, desde su infancia, hasta su complicidad y su deseo de mantenerse bien tanto el uno como al otro.

Sobre las escenas, puedo decir que están bien ambientadas, algunas veces se me hizo pesado el momento de leer por tantos detalles, que me marean o me pueden parecer innecesarios, es claro mi gusto. De ahí en fuera, la misión de entretener, de arrancar unas sonrisas y decir que te divertiste leyendo este libro, sin duda lo cumple.

Es una lectura ligera, ideal para un héroe ligero. El Zorro, considero yo, no es un personaje que deba tratarse con demasiada seriedad como su fuese un informe de estado, sino más bien, justo como la autora lo trata: con una chispa de picardía, inocencia, y entusiasmo. El héroe de la justicia, de los impulsos, pero también cómo es que llegó a ser como tal para formarse y ser quien es.

Creo que es libro ideal para sumergirse a divertirse. Para tomarlo un rato y enamorarse del héroe indomable, del surrealista y divertido. De las dolencias y ocurrencias. De la acción y los ratos de sorpresa.

Sin duda, si lo que quieres es encontrar a personajes humanos, divertidos, interesantes y también una lectura sin grandes pretensiones de drama pero sí de entretenimiento, el Zorro es uno de esos. Me imagino que es ideal  para esos días que uno se sienta en el vagón del metro o camión y simplemente, quiera sonreír.

>>Algunas frases que me gustaron<<

“Dedujeron que era honrada por falta de oportunidades de pecar, más que por virtud natural.”

“Y había estado a punto de morir tantas veces, que le perdió el miedo a la vida.”

“La vida es corta, siempre falta tiempo para aprender.”

“En esta guerra no hay buenos, sólo malos.”

“¡Qué ordinaria es la fertilidad!”

“Nunca he entendido eso del honor masculino. Hay que ser bien lerdo para arriesgar la vida por una nimiedad.”

“El Zorro no se prenda de ellas, porque prefiere los romances imposibles.”

“No hay héroes sin enemigos a su altura.”

“Un hombre con buen pelo, tiene mucho terreno ganado en esta vida.”

“El mundo es redondo, y si le doy la vuelta, un día llegaré a tu casa”

>>Curiosidad<<

En una parte del libro, Isabel Allende menciona a una mujer: Agnès. Dice que escribía bajo el seudónimo de hombre y su obra era muy conocida, pero que no era su historia la que narraba. Aún sigo intentado averiguar a quién se refiere es sólo producto de la ficción de la misma historia.