Me encantaría saber su opinión sobre esto owo

¡Buenas noches! ^w^ Esta vez vengo pidiendo un favor enorme ùwú


Actualmente, estoy trabajando en una historia que no ha dejado de darme vueltas en la cabeza desde hace unas dos semanas y escribí esta breve prólogo como "base" para empezar a desarrollarla. 


Me encantaría saber su opinión respecto a la trama del asunto, cómo suena o si tiene esa dosis de intriga. Cualquier critica, recomendación será bien recibida por su humilde escritora. *-* 


¡ Muchísimas gracias por tomarse la molestia! Besos de manzana -3-

Prólogo

Sabía que toda su vida recordaría perfectamente esta noche.

Sus manos se aferraban furiosas al juguete con el que dormía cada noche desde que tenía seis años. Presionaba tanto el plástico que comenzaban a dolerle los dedos aunque hacía caso omiso, pues sus pupilas contraídas sólo podían ver la escena que frente a él se desarrollaba.

Sentía el corazón latirle rápidamente de manera similar al día en el que perdió el control de su bicicleta y cayó bruscamente de ella, lastimándose la rodilla. Aquella vez comenzó a sangrar y las lágrimas, así como gritos angustiados, no tardaron en salir de sus ojos y garganta.

Hasta que en ese momento papá apareció.

El hombre que lo había criado siempre fue su héroe, y ahora sin embargo, no comprendía porque se encontraba haciendo aquello que le era inexplicable. Mamá no estaba y él, oculto detrás de la puerta, sólo tenía una vaga sensación de que aquello no era lo usual.

Entonces… ¿Quién era esa otra persona que ocupaba el espacio de mamá en la cama? Y no sólo lo ocupaba, sino que se movía y gritaba desesperadamente cuando papá parecía dejar caer su cuerpo encima.

Parpadeando, llevó un la esquina del juguete sucio a sus labios, espiando aún a través de la puerta entreabierta. Era muy tarde y él se había levantando para que su padre lo acompañara por un vaso de agua mas no se pudo mover a causa de ello. Creía ver algo inadecuado y grotesco.

Recorrió sus ojos cuando la sábana que cubría el cuerpo de papá cayó mostrándole sus nalgas y parte de su entrepierna; entonces lo vio: Quien estaba debajo de su padre era otro hombre, el mismo que gritaba palabras obscenas y rogaba por más.

Montado, uno encima del otro, salpicaban sudor y sangre ante los inocentes ojos de un niño de siete años que recordaba la misma escena, sólo que con su mamá.

―¡Hijo de puta! ¡Párteme el culo!

Aquel grito fiero y ronco asustó al niño tembloroso, obligándolo a dar algunos pasos hacía atrás, dejando de apretar su juguete para inmediatamente soltarlo y el ruido de éste fue amortiguado por la alfombra, al igual que sus quejidos.

Con la escena grabada en su mente con fierro ardiendo, corrió hacia su habitación sumergida en la oscuridad y una vez ahí, se escondió debajo de sus cobijas, colocándose en posición fetal mientras abrazaba la almohada. Silencio. No se escuchaba nada, pero sabía que su padre y aquel hombre seguían haciendo eso, lo que sea que fuera, y seguían pegados el uno al otro. No sabía por qué, pero hipeaba y degustaba perfectamente la sal de sus lágrimas gruesas que caían por lo largo de su cara sonrojada.

Papá había besado a ese hombre.

Mamá nunca supo lo que aquella noche vio.

El niño nunca le confesó a su padre qué había sido testigo lo que pasó, pero desde entonces, sintió vergüenza por el hombre que alguna vez admiró.

Cuando tenía trece años y dos meses, descubrió que a eso se le llamaba “homosexualidad”.

***

Agradezco infinitamente su ayuda -3-